¡Hola a todos! Al fin pasaron todas esas caóticas/divertidas fechas del 14 de febrero, así que será momento de relajar un poco la mente y empezar a relajarnos y concentrarnos en nosotros mismos. Hablando de relajación, uno de los momentos en que eso ocurre es cuando empiezo a preparar todo para empezar (o continuar) con algún libro, y creo yo que todos tenemos un ritual en específico para ello. Curiosamente la mía la considero bastante simple y ha sido la misma a través de los años, sin embargo, estoy tan cómoda con ella que no he hecho un gran esfuerzo en cambiarla, entonces vengo a compartírselas, así que comenzamos: 1. Pongo una alarma En mi día a día uso alarmas para todo, y al momento de leer no es una excepción, pero ¿por qué una alarma? porque, muchas veces, al estar leyendo un libro perdemos la noción del tiempo y el poner una alrma (o temporizador, en su defecto) me ayuda a fijarme un límite y así no me desvelo hasta las 2 o 3 de la mañana. Es un tip que me ha servido la m