Hoy es día de San Valentín para alegría de muchos, y no tanta de otros...
Es una fecha en la que festejamos la dicha del amor y la amistad con nuestros seres queridos, pero también estamos en ese otro rubro los lectores, donde nuestros corazones se encuentran divididos por lo real y por lo no real: lo ficticio.
¿Alguna vez te has enamorado de algún personaje literario? Déjame adivinar: Sí, sí lo has hecho, pero no te preocupes, a todos nos ha pasado y no tiene nada de malo.
Los personajes literarios nos atraen por muchas razones, ya que ellos nos brindan una visión con la cual nos permiten conectarnos con ellos de una manera que nos ayuda incluso a entender nuestras propias vidas, anhelos y/o sueños.
La conexión que sentimos con todos estos personajes literarios nos da la sensación de que los conocemos mejor que a todos esos seres humanos de carne y hueso que nos rodean, y al existir tal conexión, surge el amor, que también puede que lo confundamos con idolatración.
¿No te parece increíble enamorarte de alguien al cual no has visto físicamente? Nos enamoramos de esos personajes literarios porque estamos atraídos por sus personalidades y sus historias, y eso es más que increíble. Sí, lo puedes imaginar como Zac Efron o Gal Gadot, pero es su personalidad lo que realmente está provocando todos esos sentimientos en ti.
Existen 3 elementos que ayudan a que estos sentimientos surjan: La atracción, la identificación y la comprensión.
En la atracción, nos enamoramos de los personajes literarios porque estamos atraídos por sus personalidad y sus historias. Muchos de estos personajes tienen una presencia y una voz únicas, lo que nos permite conectarnos con ellos en un nivel profundo y significativo. Cuando nos enamoramos de los personajes literarios, nos sentimos especialmente conectados con ellos, como si realmente los conociéramos. Esta conexión es única y nos permite percibir el mundo de una manera más inspiradora.
En la identificación está la situación de cuando esos personajes comparten nuestras luchas y experiencias. Cuando leemos acerca de alguien que se enfrenta a retos similares a los nuestros, nos sentimos conectados. Esta conexión puede ser muy profunda y nos ayuda a ver a los personajes como si fueran amigos cercanos a nosotros.
Además, nos enamoramos de los personajes literarios porque nos ayudan a comprender mejor nuestras propias vidas. Nos llevan a través de sus sentimientos, conflictos y dilemas, lo que nos ayuda a comprender también los nuestros. Puede ser una experiencia muy poderosa ver cómo los personajes literarios luchan y triunfan. Esta comprensión nos ayuda a crecer y desarrollarnos como personas, nos ayuda a ver el mundo desde una perspectiva más completa y nos ayuda a ver nuestra propia vida desde una perspectiva más optimista.
En fin, el hecho de que los personajes nos permitan conectarnos con ellos de una manera profunda y signficativa es lo que provoca todos estos sentimientos, y es que los autores nos los pintan como los seres imperfectos pero ideales e invaluables. Cuando dejamos que nuestra mente conecte con ese personaje, nuestro corazón se abre y es entonces cuando descubrimos cosas nuevas sobre nosotros mismos.
¿Tú qué piensas?
¿Tienes una lista larga de personajes de los cuales te has enamorado?
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¡Hasta luego!
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