Al fin pasaron todas esas caóticas/divertidas fechas del 14 de febrero, así que será momento de relajar un poco la mente y empezar a relajarnos y concentrarnos en nosotros mismos.
Hablando de relajación, uno de los momentos en que eso ocurre es cuando empiezo a preparar todo para empezar (o continuar) con algún libro, y creo yo que todos tenemos un ritual en específico para ello. Curiosamente la mía la considero bastante simple y ha sido la misma a través de los años, sin embargo, estoy tan cómoda con ella que no he hecho un gran esfuerzo en cambiarla, entonces vengo a compartírselas, así que comenzamos:
1. Pongo una alarma
En mi día a día uso alarmas para todo, y al momento de leer no es una excepción, pero ¿por qué una alarma? porque, muchas veces, al estar leyendo un libro perdemos la noción del tiempo y el poner una alrma (o temporizador, en su defecto) me ayuda a fijarme un límite y así no me desvelo hasta las 2 o 3 de la mañana.
Es un tip que me ha servido la mayoría de las veces, porque sí me ha pasado que simplemente desactivo el temporizador y el tiempo se me va volando.
2. Alejo todos los dispositivos electrónicos de mi alcance
Así es, alejo todo dispositivo electrónico de mi alcance, los pongo en la opción "No Molestar" porque de ser así, entraría a TikTok y yo puedo perder HORAS ahí. Algo que veo que muchos lectores hacen es poner música de fondo, sin embargo, no es mi caso ¿por qué? porque no logro concentrarme, tengo un tipo de mente en la que sólo me puedo enfocar en una sola cosa a la vez, entonces o leo, o escucho música, nunca ambas al mismo tiempo.
3. Elijo mi lectura
La elijo de acuerdo a lo que tengo ganas de leer y también dependiendo de mi humor, y es entonces cuando voy viendo toda mi biblioteca, tanto física como electrónica y si de plano no encuentro nada, entonces recurro a Goodreads (por cierto, síganme ;D)
4. Me pongo ropa ligera
Generalmente mi lectura es durante las noches, a veces leo en mi horario laboral, pero la mayor parte del tiempo es durante las noches (estando en casa), entonces lo primero que hago es ponerme ropa cómoda porque leo sobre la cama.
5. Arrastro a mi gata conmigo
Esto es algo indispensable. Así como no me puedo concentrar escuchando música, tampoco me puedo concentrar si mi gata no está conmigo, entonces, antes de terminar de acomodarme, la arrastro conmigo (sí, aunque ella intente huir) para que se acomode a un lado de mí (que siempre lo termina haciendo sin chistar) y es entonces cuando procedo al siguiente paso.
6. Apago la luz
Esto es porque leo la mayor parte de los libros en formato electrónico (Kindle) y ya trae luz integrada, la cual realmente no me causa fatiga visual, además porque al usar la Kindle, si me llego a dormir, no me dolerá tanto lo que sea que me vaya a caer en la cara (sí, me ha ocurrido más veces de lo que desearía reconocer)
En dado caso de que esté leyendo un libro en físico, ahí sí dejo la luz encendida, incluso cuando me duermo.
7. ¿Y si no acabé la lectura en esa noche?
Si llega a ser en formato electrónico, simplemente bloqueo la Kindle, o si el sueño me venció primero, automáticamente se bloquea al poco tiempo de no usarla, pero cuando es un libro en físico, y perdónenme por lo que estoy a punto de confesar, doblo la página justo por la mitad.
Así es.
Como lo leíste.
JUSTO POR LA MITAD.
La mayoría de la gente que me conoce se asusta cuando me ve llevando a cabo esta práctica, pero la verdad es que no me molesta para nada. Mucha gente los raya, les fractura el lomo y yo les doblo las páginas, porque la verdad una vez que la desdoblas y pasa el tiempo, no se nota, entonces no me preocupo.
Y eso es todo por el día de hoy, ¿ustedes qué rutina de lectura tienen?
¡Déjenmela saber en los comentarios!
¡Hasta luego!
Comentarios
Publicar un comentario